jueves, 16 de mayo de 2019

El placer es coger un libro antes de dormir y leerlo, leerlo leerlo, sin importar la hora a la que acabes, sea jueves o lunes o domingo. Reírte con él. Y terminarlo y despedirte en silencio al cerrar las tapas por última vez.
Leer porque quieres, lo que quieres.
Libros de la biblioteca que no buscabas y te llamaron, o que has buscado durante meses o esperado leer, y que de pronto, aparecen.
En parte me gustaría hacer una lista con todos los libros que leo, para, simplemente, recordarlos o tal vez por el acto egocéntrico de echar números y cuantificar. Por otro lado, contarlos, convertirlos en cifra me parece feo, una falta de respeto.
Ojalá quedara algo tangible de ellos, especialmente de los que no son míos.