viernes, 8 de febrero de 2013

Y por cierto...

Se me cruzó el cable y fui a la peluquería. "Corta por aquí" le dije, y por una vez, no fue la peluquera la que se pasó con las tijeras. Fui yo, que me quité 30 centímetros de melena y me puse gafas nuevas, de pasta, ni muy grandes ni muy pequeñas, y quien se pintó los labios rojos. 

Al verme (me escondí "el corte" debajo de un gorro), él me miró y se echó a reír sin querer ("te queda bien" "a mi todo me queda bien"). A Él ni siquiera le di tiempo al abrir la puerta, porque teníamos cosas mejores que hacer (entre ellas, espantarme fantasmas y dormirme la borrachera). Y mi cuñao me dijo que, con los labios rojos, si no fuera él quien es, me pediría casarse conmigo allí mismo (o incluso me comería la boca, sin necesidad de compromiso alguno).
Disparidad de criterios frente a mi nuevo look. 

Y yo, que pensé que me reconocería mejor en los espejos si me tuviera que mirar 3 segundos para saber quién era, sigo sin saber nada sobre mi. 

MM

Me llama Miss Madrid. Nos conocimos una noche mítica en el Tony2. Apenas le recuerdo. Pero me ha llamado (no sé por qué) Miss Madrid. 
Y hoy, que hace frío, que el Gallego ha ido borracho a clase y me daba besos en la frente, que he mandado al de los ojosazulescasiverdes a la mierda por ser idiota vía wasap,que debería estar en Madrid celebrando con Biuti que también su paso por la Santa Casa ha terminado, hoy...hoy soy Miss Madrid. 
Sorpresas te da la vida.

Cómo lo hecho de menos.