miércoles, 29 de febrero de 2012

Día extra (29 de febrero de 2012)

Quería sentarme a pensar. A escribir. Volver a Madrid después de estar casi un mes en casa y caminar por esta primavera adelantada de 20 grados en el día extra de febrero. De andar tranquila sin saber que no te voy a encontrar al dar la vuelta a la esquina, y de saber en qué bares no estás. Mi Madrid de Rastro y Retiro, y cerveza y la Chica de la Radio y de mi Chicofabuloso y su chico, de él y de todo lo que supone esta bendita-maldita ciudad. 

Y sonó el teléfono y me volví a echar el mundo encima de los hombros. Y entraba en el hospital con las piernas temblando y la mano dentro del bolso, acariciando el último de Alatriste, como si Diego fuera a atravesar corriendo el maldito pasillo blanco y eterno de aquella clínica privada que no olía a nada y que no tenía ruido, ni colores lechosos en las paredes. Pero que no dejaba de ser un hospital. Me encontré a una niña de 7 años que no entendía nada, y le dije que todo iba a ir bien. Que al final, siempre sale el sol. Le mentí, pero ella no lo sabe aún. Y a veces, qué demonios, las mentiras hacen falta. 

Tenía ganas de celebrar mis 25. 
Y ahora más. Porque nadie tiene derecho a empañarme una forma de pensar (puede que ilusa, tal vez). Porque creo que el simple hecho de haberle conocido, de haber visto salir el sol en la playa, de vivir en esta ciudad, de que mi Profesosr Preferido me siga en twitter, de respirar, es algo digno de celebración. Cómo no voy a celebrar un cuarto de siglo?

viva la vida (Este es el video más bonito del mundo...puede que después de Beautiful Day,de U2. Sí. El segundo. :) 

http://www.youtube.com/watch?v=zTFBJgnNgU4&ob=av2n