Siempre he aplazado cosas que quería hacer para despues: para cuando tuviera dinero, para cuando no dependiera de nadie, para cuando tuviera pareja, para después de la opo, para después del verano... Y de pronto, tienes 32 y una larga lista de cosas pendientes. Como si la vida no consistiera en una lista de "hoys" sin mañana y sin ayer, como si no fuera a acabarse nunca, como si siempre fuera a ser joven y a tener ganas y como si no fueran más habituales los días grises que los rayos de sol.
Contigo dije basta. Es verdad que llegas cuando menos lo esperaba, auqnue a decir verdad, algo me olía porque siempre que eres consciente de estar muy bien como estás en soledad, zas, alguien aparece. Es verdad que mi vida es una lista con interrogantes en casi cada punto. Es verdad que todavía tengo algunas heridas en el corazón que tú, sin saberlo, estás terminando de curar. Es verdad que tal vez ya no esté dispuesta a meterme de cabeza en los charcos como la kamikaze que fui, pero no por entrar con el pie se adentra uno menos en ellos.
Me gusta que hablas claro, que eres sincero y que sabes enfrentarte a lo bueno y a lo malo, con una sabiduría emocional que me llama la atención. Aceptas el amor y la amistad en una manera muy parecida a la mía, y aunque eres cauteloso, no dejas de ser valiente. Muy valiente. Tanto como para dar pasos en segundo que a mi me costarían semanas,y sin despeinarte. Y sin que suenen raros.
Eres serio y respetuoso y crees en las mismas cosas que creo yo. Y dices cosas que digo yo. Y no te da miedo mi sinceridad apabullante ni mi verborrea incontenible, y eso tiene mucho mérito.
A mí, que se me habían quitado las ganas de buscar la magia y de preservarla, me has enseñado que hay que defenderla y madurarla, dejarla hacer despacio y no dejar que el cinismo ni el miedo a volver a vivir los daños de antes la ensucien.
Auqnue eso sí, precisamente por traer la luz, tengo que contarte la verdad y que sepas bien dónde quieres meterte, si es que quieres. Yo estoy dispuesta a andar y a poder ser, que las única rutas escritas que sigamos sean las de las estaciones espaciales que se ven desde las terrazas en las noches de verano.
Todavía no ha pasado nada y a mí ya me lo has dado todo.
Ídem.
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