lunes, 15 de abril de 2013

No fuiste nada. Aún menos eres hoy.
Pero a veces veo tu nombre y toda aquella tormenta que me cayó encima en agosto vuelve a mojarme entera, de pronto. Y me cabreo, porque no entiendo el nubarrón que trae tu recuerdo.

Y luego escampa, y sale el sol. Y se secan los charcos que me deja tu recuerdo.

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