- Gran Vía, 2060 -
Caminar
es mucho más que poner un pie delante del otro.
Caminar y recordarte
con tu barba y tu bufanda azul marino;
un pie,
otro pie,
tu bufanda azul marino.
Ahora soy tan vieja
que tengo más años que mi propia tristeza
y, curiosamente, esta ciudad aún no ha explotado.
Hay poesía por todas partes.
Hay cristales en el aire
y luces debajo de la acera.
En Callao se cruzan, desdeñosos,
el cielo y el infierno:
la Avenida del Edén
que es la Calle
con los edificios más grandes del mundo.
y un callejón sin nombre
al que algunos llaman “averno”
donde dicen que se juega a la ruleta rusa
los domingos.
es mucho más que poner un pie delante del otro.
Caminar y recordarte
con tu barba y tu bufanda azul marino;
un pie,
otro pie,
tu bufanda azul marino.
Ahora soy tan vieja
que tengo más años que mi propia tristeza
y, curiosamente, esta ciudad aún no ha explotado.
Hay poesía por todas partes.
Hay cristales en el aire
y luces debajo de la acera.
En Callao se cruzan, desdeñosos,
el cielo y el infierno:
la Avenida del Edén
que es la Calle
con los edificios más grandes del mundo.
y un callejón sin nombre
al que algunos llaman “averno”
donde dicen que se juega a la ruleta rusa
los domingos.
Ya sólo me queda quererte hasta que me muera yo también
te lo prometí hace ya más de medio siglo.
te lo prometí hace ya más de medio siglo.
No he vuelto a mentirte desde aquel día.
Anoche te marchaste de mis brazos.
Los coches surcan el cielo de la Gran Vía
y no van a parar hasta que acaben conmigo.
Los coches surcan el cielo de la Gran Vía
y no van a parar hasta que acaben conmigo.
-Elia Maqueda López-
No hay comentarios:
Publicar un comentario