Son las 14.56 de un sábado soleado y frío de un 28 de enero del 2012. No tengo resaca. Puede que debiera tenerla, pero a mi esas cosas no me pasan. Son de pobres.
Ayer fue la primera despedida después de una semana de mierda. Ayer vi al calvo de la Sexta. Ayer bebí mojito marrón y fui a La Realidad, e hice fotos a una pintada del bar. Ayer hablé demasiado y callé por no liarla, consciente de que por hablar no cambio nada. Las palabras no cambian nada (pequeña conclusión a la que he llegado). Ayer le declaré mi amoramistoso al Chico Fabuloso después de enfadarnos con un 50% de razón para cada uno y dos días muy largos. Ayer terminó a las 05.40 de hoy.
Y mañana?...mañana quién sabe. Mañana diré más palabras de las que tal vez me arrepienta. Mañana subiré croissants a gente que no peleó por mi. Mañana digo adiós al swinger separado y al chico alto y gracioso. Mañana es domingo. Y es el último viermingo en la Santa Casa.
Y te diría cómo estoy. Pero no lo sé.
Que no se te olvide nada.
"Miro hacia atrás y no puedo creer cómo podía vivir tan poco mi vida.
Quiero explicarte que ahora tengo tiempo y que no pienso perder este momento.
Playas de chinchetas eran mis excusas..."
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